Consumiéndonos un poco la croqueta
Dicen que yerba mala nunca muere. Nos vestimos de gauchos para los cruceros y les brindamos un 2 x 4 para la foto mientras en el agua las pesqueras extranjeras vacían nuestro golfo y sólo podemos comprar pescado fresco extraído de manera artesanal y a precio justo tres días al año en semana santa… hagámonos una gauchadita, no le demos la espalda a nuestro mar. De tal palo, ¿tal astilla? Recreemos nuestra identidad como comunidad costera, revaloricemos nuestros recursos en su totalidad y, mientras esperás que se cocinen el asado y los mariscos, tomá mate.
Podríamos traer algunas ideas que quizás nos sirvan para que en nuestra comunidad podamos crear caminos locales de consumo, y así lo que demos tenga también una vuelta y el círculo se cierre un poco más cerca. Se habla de consumo “responsable”, “crítico”, “ético”, “defensa del consumidor”, “comercio justo”, “responsabilidad social empresaria”, o bien de “consumismo”, “materialismo”, “sociedad de consumo”…
Acá planteamos la primer inquietud: como consumidoras/es, ¿somos pasivas/os o ejercemos nuestro deber-derecho de cambiar el mundo para el lado en el que creemos?
En este espacio, revista a revista, el Changuito crítico propondrá andar con-sumo cuidado entre góndolas, ideologías y otras yerbas.